La escalada de agresiones a enfermeras y otros trabajadores sanitarios sacude la sanidad pública

La violencia contra profesionales de la salud continúa siendo un problema estructural y creciente en hospitales y centros de salud de España, con múltiples episodios recientes que han provocado condenas, concentraciones y una llamada urgente a reforzar la seguridad en los entornos sanitarios.

Uno de los últimos y más graves incidentes se produjo en el servicio de Urgencias del Hospital San Pedro de Logroño, donde un paciente alterado agredió física y verbalmente a dieciséis personas, entre ellas cinco enfermeras, médicos, técnicos auxiliares de enfermería, celadores, vigilantes de seguridad y agentes de la Policía Nacional que intervinieron para controlar la situación y finalmente detuvieron al presunto agresor.

Un suceso que evidencia la normalización de la violencia en el ámbito sanitario que tanto SATSE como los profesionales llevan años denunciando. 

Otros casos recientes en distintas comunidades

Los hechos de La Rioja se suman a otros episodios de violencia registrados en las últimas semanas en diversos puntos del país, reflejo de la presión a la que están sometidos los servicios de salud.

Ayer mismo, el Sindicato de Enfermería denunciaba una nueva agresión verbal con amenazas a una matrona y a un enfermero en el centro de salud La Milagrosa de Jerez.

En Zaragoza, un paciente ingresado en Urgencias en contra de su voluntad escupió y golpeó a varios trabajadores del Hospital Miguel Servet, lo que obligó a la intervención de seguridad y a la posterior presencia de la Policía Nacional para reducir al individuo. El personal sanitario del centro, respaldado por más de 240 compañeros, presentó un escrito a la dirección exigiendo más medidas de seguridad, apuntando que la saturación de urgencias y la falta de recursos favorecen, aunque nunca justifican, este tipo de altercados. 

Además, en Mérida, la Policía Nacional detuvo a dos mujeres por agredir físicamente a una enfermera y verbalmente a una médica en un centro de salud, en un caso que también generó condenas y la reclamación de medidas de protección para los profesionales sanitarios. 

En el Hospital de Oza, en A Coruña, un vigilante de seguridad sufrió el sábado una agresión por parte de un paciente psiquiátrico que le mordió y arrancó parte de una oreja cuando intentaba inmovilizarlo debido a su estado agresivo.

Además, en Ciudad Real, una médica de Urgencias sufrió un traumatismo craneoencefálico por la agresión de un 

Una reivindicación de SATSE

SATSE insiste en que estos incidentes no son aislados, sino parte de una tendencia al alza en las agresiones a profesionales de la salud en España. Según datos de 2024, el número de agresiones a trabajadores sanitarios supera las 17.000 al año, con un incremento constante en los últimos ejercicios. 

Gran parte de estas agresiones incluyen tanto actos físicos como amenazas e insultos. En muchos de los casos que se notificaron, las mujeres son las principalmente afectadas, debido a su mayor presencia en la profesión sanitaria. 

SATSE ha denunciado la inacción de los políticos y las administraciones sanitarias ante esta situación y reclama medidas eficaces que incluyan la presencia permanente de seguridad en los centros de salud, sistemas de alarma para el personal, campañas de concienciación para prevenir estos actos violentos, la implantación de protocolos de actuación claros y el refuerzo de la protección legal y física de los trabajadores de la salud.

Causas y contexto

La saturación de los servicios, especialmente en periodos de alta demanda como el actual debido a la epidemia de gripe y otras patologías estacionales, agrava la tensión entre pacientes, familiares y profesionales, creando un caldo de cultivo para situaciones conflictivas. 

La violencia en los entornos sanitarios no solo pone en riesgo la integridad física de quienes atienden a los pacientes, sino que también dificulta la prestación de servicios de salud de calidad al generar miedo e inseguridad entre los profesionales.