Profesional

La OCDE confirma que España ignora la penosidad de Enfermería

Ignorar la penosidad de la Enfermería implica que las enfermeras y enfermeros españoles no puedan acogerse a una jubilación anticipada y voluntaria.
Enfermeras en el Control de Enfermería

Enfermeros en un control de Enfermería

La nueva edición de "Pensiones de un vistazo 2023" realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), pone de manifiesto que la Enfermería no es considerada en varios países (entre ellos España) como una profesión que implica dimensiones de peligrosidad y/o penosidad.

La OCDE ha creado cuatro grupos de ocupaciones que representan diversas dimensiones de peligrosidad o dificultad potencial:

  • Capacidades que disminuyen con la edad: pilotos de líneas aéreas y bailarines de ballet.
  • Tensión física y horarios de trabajo irregulares: enfermeras, conductores de autobuses y trenes, electricistas, mineros o trabajadores del mar.
  • Posible presión psicológica: periodistas y profesores;
  • Seguridad pública: policía, ejército y bomberos.

A pesar de que la profesión enfermera está incluida en el grupo de los trabajos que sufren tensión física y cambios de horarios, España deja fuera a la Enfermería en el marco de las coberturas con disposiciones especiales para trabajos “peligrosos” o “penosos”. Por el contrario, sí incluye otras profesiones.

¿Cuestión de género?

Si observamos las profesiones que España sí considera dignas de una jubilación anticipada, podemos observar cómo en su mayoría se trata de profesiones históricamente ligadas al sexo masculino.

Resulta llamativo como militares, policías, bomberos, pilotos de avión, mineros y trabajadores del mar, todas ellas profesiones asociadas a los hombres, sí tienen derecho a acogerse a la jubilación anticipada.

Sin embargo, no se considera que el trabajo enfermero (mayoritariamente ejercido por mujeres) implique dimensiones de penosidad y peligrosidad.

Tampoco pueden acogerse a una anticipación de la jubilación otras profesiones asociadas a las mujeres como son magisterio o periodismo y que la OCDE sí considera que cumplen con los criterios necesarios para poder hacerlo.

Una propuesta de SATSE

Esta injusta situación es uno de los agravios contra los que el Sindicato de Enfermería lleva años luchando. El 5 de octubre de 2021 el sindicato se dirigió al Ministerio de Seguridad Social para solicitar de manera formal el inicio de los trámites necesarios para proceder a la regulación de dicho coeficiente reductor. Dos años después aún no ha habido respuesta.

SATSE basó esta petición en numerosas referencias a estudios científicos que confirman que las enfermeras sufren una sobrecarga asistencial continuada y el estrés que conlleva también asumir un elevado nivel de responsabilidad.

Riesgos

Además, estas profesionales trabajan expuestas a diferentes riesgos (biológicos, químicos, físicos, psicosociales…) y a unas condiciones complicadas, como el trabajo nocturno y a turnos.

Estos factores tienen como consecuencia la aparición de determinadas patologías y problemas de salud que empeoran con el paso de los años. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las enfermeras pierden cinco años de vida por cada 15 años de trabajo en turno de noche.

Otros países de nuestro entorno como Francia, Italia, Noruega, Grecia, República Checa, Estonia, Polonia o Turquía sí consideran la Enfermería como una profesión con los suficientes niveles de penosidad y peligrosidad para poder acogerse a una jubilación anticipada.