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Aprobada la Guía de indicación enfermera: fiebre

Publicada en el BOE la resolución que valida la Guía para la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de la profesión enfermera: fiebre.

Enfermera en consulta

La Comisión Permanente de Farmacia del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, en su reunión del 16 de octubre de 2023, elaboró y aprobó la Guía para la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de las enfermeras: fiebre. Una guía que posteriormente ha sido aprobada por el Dirección General de Salud Pública y publicada hoy en el Boletín Oficial del Estado.

Esta guía se une a las publicadas anteriormente y es consecuencia de lo previsto en el artículo 6.4 del Real Decreto 954/2015 (con las modificaciones del RD 1302/2018), por el que se regula la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parta de los enfermeros.

Esta guía, que se basa en la evidencia científica y en la utilización habitual por parte de enfermería, incluye un listado de medicamentos sujetos a prescripción médica que las enfermeras podrán indicar, usar y autorizar su dispensación basándose en lo establecido en los protocolos y guías asistenciales que se adopten en cada servicio de salud. Los fármacos incluídos en esta guía de clasificación ATC son el Paracetamol e Ibuprofeno.

¿Qué supone esta Guía de indicación enfermera?

Su aplicación en la práctica asistencial significa la optimización de las competencias profesionales de Enfermería y el desarrollo de actuaciones de valor que consisten en:

  • Educar al paciente y su cuidador/a en el manejo del tratamiento farmacológico y de los cuidados necesario.
  • Trabajar la adherencia al tratamiento, realizar su seguimiento, control y monitorizar los resultados en salud.
  • Prevenir, detectar e informar sobre los efectos adversos relacionados con el tratamiento.
  • Facilitar el acceso para las actuaciones relacionadas con la medicación. De esta manera se evitan y reducen citas innecesarias o retrasos para el inicio, prórroga, modificación o interrupción de tratamientos.
  • Reducir la variabilidad en la práctica clínica, adecuando y actualizando esta guía y los protocolos que se deriven de la misma en base a las últimas evidencias disponibles.
  • Hacer más efectiva la atención sanitaria y los tratamientos que se derivan de ella.

Una guía necesaria

La fiebre es uno de los síntomas que se abordan con más frecuencia tanto en el ámbito hospitalario como en Atención Primaria y en personas adultas y la infancia. Además, es el principal motivo de consulta en las urgencias de pediatría, y el segundo en Atención Primaria.

El seguimiento del tratamiento con antitérmicos es una práctica habitual de la enfermería en su ámbito competencial. La intervención de las enfermeras que posibilita la indicación de antitérmicos forma parte del conjunto del abordaje, proceso diagnóstico y tratamiento global de las personas con fiebre.

La actuación que describe la nueva guía de indicación enfermera, se ciñe al manejo farmacológico de la fiebre como síntoma, y en ningún caso excluye la valoración médica con la aplicación de las medidas que la situación clínica del paciente precise.

Trabajo multidisciplinar

Esta guía se ha llevado a cabo gracias al trabajo colaborativo multidisciplinar de un grupo de profesionales en representación de las organizaciones sanitarias y corporaciones profesionales implicadas, en base a lo establecido en los artículos 6 y 7 del RD 954/2015. También se ha contado con la colaboración de otros expertos externos de diferentes ámbitos profesionales (medicina, enfermería, farmacia).

Los contenidos de esta guía se revisarán al menos cada cinco años para incorporar la nueva evidencia disponible. Durante ese período, si es necesario, se integrarán las novedades científicas o actualizaciones, como es la autorización de nuevos medicamentos.

El objetivo de esta guía es orientar la actuación de la enfermería (indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos) en el tratamiento farmacológico de personas con fiebre. Se colabora así en el objetivo terapéutico de mejorar o resolver este síntoma y a prevenir futuras complicaciones.

Intervención enfermera

Cuando un paciente presente un cuadro febril, la enfermera podrá intervenir de acuerdo a lo siguiente:

Inicio del tratamiento

Se aplicarán los criterios establecidos y consensuados en los protocolos o guías asistenciales específicas, que incluirán la población a la que se refiere, las situaciones clínicas y los criterios de derivación médica para la revaloración del paciente que se consideren necesarios.

Mantenimiento o prórroga del tratamiento

Se realizará siguiendo los criterios especificados en la ficha técnica del medicamento y en la guía asistencial específica.

El profesional enfermero podrá mantener o prorrogar el tratamiento del fármaco si:

  • Se con el medicamento se están cumpliendo los objetivos terapéuticos.
  • La tolerancia del paciente al tratamiento del es adecuada.
  • No existen cambios relevantes en la situación clínica y características del paciente desde el inicio del tratamiento que puedan influir en la indicación del medicamento.
  • Con la extensión del tratamiento no se supera la duración establecida en la ficha técnica del medicamento ni en el protocolo de actuación específico.

Modificación del tratamiento

Se realizará según los criterios especificados en el protocolo de actuación, que siempre estará ajustado a la ficha técnica del medicamento.

Interrupción temporal del tratamiento

La interrupción temporal debe estar justificada de acuerdo a los criterios establecidos en los protocolos o guías asistenciales específicas.

Las causas principales para ello son: aparición de efectos adversos, intolerancia al tratamiento, detección de cambios importantes en la situación clínica o la duplicidad en el tratamiento con AINES.

Finalización del tratamiento

La enfermera podrá finalizar el tratamiento en los siguientes casos:

  • Si la temperatura corporal disminuye, vuelve a parámetros de normalidad o no produce malestar.
  • El paciente rechaza la aplicación de las pautas indicadas en el protocolo y/o guía clínica asistencial.

En la actualidad se está trabajando en otras guías de indicación enfermera relacionadas con el dolor, los anestésicos locales, la salud sexual y reproductiva y la deshabituación tabáquica.