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La oferta de plazas públicas de Enfermería disminuye pese a la creciente demanda
29.12.25 | Estatal
La oferta de plazas de Enfermería en las universidades públicas españolas no solo es insuficiente para cubrir la falta estructural de enfermeras en el SNS, sino que en los últimos cursos muestra signos de retroceso y estancamiento. Así lo reflejan los últimos datos oficiales del informe Datos y Cifras del Sistema Universitario Español 2025/2026, que evidencian una creciente desconexión entre las necesidades reales del Sistema Nacional de Salud y la capacidad formativa del sistema público.
Aunque la rama de Ciencias de la Salud ha sido la que más ha crecido desde el curso 2016-2017, con un incremento del 32,4% en el número de titulaciones, este aumento no se ha traducido en un aumento de plazas públicas en Enfermería. Al contrario, los datos muestran que la presión de la demanda sigue aumentando mientras la oferta se estanca e incluso disminuye en términos efectivos.
En el curso 2024-2025, las universidades públicas presenciales ofertaron 245.226 plazas de nuevo ingreso en grados, de las cuales 37.249 correspondieron a Ciencias de la Salud, frente a una demanda muy superior: 170.609 estudiantes se preinscribieron en primera opción en estas titulaciones. Enfermería se sitúa entre los estudios con mayor tensión entre oferta y demanda, con una nota media de corte de 11,48, solo superada por Medicina y Veterinaria, lo que confirma que miles de aspirantes quedan excluidos cada año pese a existir una clara necesidad social de estos profesionales.
Menos egresados a pesar del déficit estructural
En el ámbito de Enfermería y atención a pacientes, el número de titulados en universidades públicas descendió de 563 en el curso 2022-2023 a 418 en 2023-2024, una caída preocupante en un país con un déficit histórico de enfermeras y que afronta una gran ola de jubilaciones en la próxima década.
Este descenso no se debe a una menor empleabilidad. Al contrario, Enfermería presenta tasas de afiliación a la Seguridad Social superiores al 90% pocos años después de finalizar los estudios, lo que confirma que no se trata de un problema de falta de salidas laborales, sino de la escasez de profesionales formados para cubrir la gran demanda asistencial.
España sigue situándose muy por debajo de la media europea en número de enfermeras por habitante, una brecha que, según estimaciones del Ministerio de Sanidad, requeriría decenas de miles de nuevas profesionales para cerrarse. Sin embargo, la evolución de la oferta universitaria pública apunta en la dirección contraria.
La pérdida de peso de la universidad pública
El informe refleja una tendencia estructural preocupante: la pérdida de peso de las universidades públicas frente a las privadas. Aunque tres de cada cuatro estudiantes de Grado siguen matriculados en universidades públicas, el crecimiento agregado de estas instituciones en el último quinquenio ha sido de apenas un 1,2%, frente a un 49,2% en las universidades privadas. Como consecuencia, la cuota de alumnado en la pública ha descendido del 83,2% en el curso 2018-2019 al 77,1% en 2024-2025.
En Ciencias de la Salud, esta diferencia se reduce, pero sigue siendo significativa: el 66,9% del alumnado estudia en universidades públicas frente al 33,1% en privadas. SATSE advierte de que el crecimiento de la formación privada no es una solución real, porque es la universidad pública la que asegura el acceso en igualdad de condiciones y sostiene la mayor parte de la formación ligada al sistema sanitario público.
Propuestas de SATSE
El Sindicato de Enfermería ha reclamado al Gobierno y a las comunidades autónomas un Plan de acción conjunta que ponga fin a los problemas estructurales que arrastran las facultades de Enfermería. SATSE denuncia la falta de plazas públicas suficientes, el deterioro de las condiciones laborales del profesorado y la escasez de recursos materiales y humanos en los centros universitarios.
Además, advierte que, si no se refuerza de manera decidida la universidad pública, será imposible formar a las enfermeras necesarias para garantizar la calidad asistencial y afrontar el relevo generacional.
Un problema que exige soluciones urgentes
La reducción y el estancamiento de la oferta pública de plazas en Enfermería tendrá consecuencias a medio y largo plazo. En un contexto de envejecimiento poblacional, aumento de la cronicidad y jubilaciones masivas de profesionales, limitar el acceso a la formación pública en Enfermería supone hipotecar el futuro del sistema sanitario.
Los datos son claros: hay demanda, hay empleo y hay necesidad social, pero faltan plazas públicas. Para SATSE, mantener esta situación no es una opción si se quiere garantizar un sistema sanitario público, fuerte y sostenible.
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