Igualdad

A pesar de los avances logrados, el mundo laboral sigue siendo un lugar donde la discriminación es una realidad en función de género, raza, edad o discapacidad.

Aunque la igualdad entre hombres y mujeres está legalmente establecida en diferentes normas y leyes, tanto a nivel nacional como internacional, este posicionamiento claro de las instituciones jurídicas y legislativas no se ve reflejado de manera fehaciente en nuestra sociedad.

Es fundamental que las políticas de igualdad no solo se limiten a su formulación legal, sino que se traduzcan en acciones efectivas para erradicar las desigualdades existentes. Es necesario un compromiso real y sostenido para lograr una igualdad efectiva. 

Desigualdad

La violencia de género, la discriminación laboral y salarial, el desempleo, problemas de conciliación entre la vida laboral, familiar y personal, la inequidad en lo referente a la corresponsabilidad, así como la aun escasa presencia de las mujeres en los puestos de responsabilidad política, social, cultural y económica son problemas latentes en nuestra sociedad actual y que tienen reflejo en el ámbito sanitario.

Muchas mujeres continúan en desventaja sistemática. Nos oponemos y comprometemos con la igualdad de derechos, así como a impulsar y fomentar medidas para conseguirla.

Ante esta situación, reclamamos a las distintas administraciones e instituciones públicas que prioricen planes de actuación que fomenten la educación y formación en igualdad, así como el establecimiento y desarrollo de políticas que integren y refuercen la igualdad de trato y oportunidades en todos los ámbitos, sobre todo el laboral, y específicamente en nuestro ámbito sanitario para evitar la discriminación directa o indirecta por razón de sexo.

Trabajamos también en la consecución de la igualdad real y efectiva a través de la negociación e implementación de planes específicos de igualdad en el ámbito sanitario.

Puestos de responsabilidad

Seguimos viendo como nuestra excelencia profesional y laboral no se reconoce como se debería e, incluso, se minusvalora de manera reiterada por la única razón, en muchas ocasiones, de ser un colectivo eminentemente femenino.

Somos referentes e imprescindibles en nuestro sistema sanitario, pero seguimos siendo invisibles para parte de nuestra sociedad y, sobre todo, para los responsables públicos y políticos que nos olvidan a la hora de situarnos en los principales puestos de responsabilidad y decisión.

Creemos necesario un mayor liderazgo de las enfermeras dentro de los distintos ámbitos de responsabilidad administrativa y política de nuestro país para poder contribuir de manera decisiva en la mejora de la salud, bienestar y calidad de vida de las personas.

Reclamamos, por ello, que las enfermeras ocupen más puestos y de mayor responsabilidad a nivel, no solo sanitario (gerencias, consejerías de Sanidad, Ministerio…) sino también en otros ámbitos de gobierno o de representación pública, como los parlamentos autonómicos o estatal, y dentro de los partidos políticos. 

Paso al frente

Ante esta lamentable realidad, hacemos también un llamamiento al conjunto de mujeres enfermeras para que “reivindiquen su lugar” dentro del sistema sanitario y denuncien cualquier freno u obstáculo que dificulte su desarrollo a nivel profesional.

Hay que dar un paso al frente y no permitir barreras que impidan que nuestras grandes capacidades de organización, gestión e innovación logren una mejor atención y cuidados para sus pacientes y la ciudadanía y contribuyan a la sostenibilidad del sistema sanitario. 

En los últimos años se ha avanzado hacia la consecución del objetivo final de alcanzar una igualdad plena y real entre hombres y mujeres, pero aún queda mucho camino por recorrer y muchas mentalidades y formas de actuar que cambiar para que se valore y reconozca en su justa medida la actividad asistencial, gestora, política, educadora, formativa o investigadora de las enfermeras.

Estereotipos

En esta lucha por la igualdad y el reconocimiento, nos enfrentamos a otro aspecto que nos afecta como colectivo mayoritariamente femenino, la exposición a los estereotipos de género.

Los estereotipos sexistas y retrógrados vinculados con nuestra profesión fueron denunciados por nueve de cada diez profesionales de nuestro país en una encuesta realizada por SATSE en 2023. 

Los resultados de la encuesta concluyen que es mayor el porcentaje de enfermeras que denuncia la existencia de estereotipos con respecto a hace cinco años que se realizó otro sondeo similar. 

Al preguntarles por el estereotipo o imagen irreal más presente en el caso de las enfermeras:

1. El 84 por ciento opina que el que aún se crea que es una profesión “dependiente” de otro colectivo sanitario.
2. En segundo lugar, es el de ser una profesión “vocacional y sin cuerpo de conocimientos propio” (50%).
3. Ser una “profesión sexualizada” (39%).
4. Ser “exclusivamente femenina” (37%).
5. No tener una formación universitaria de Grado” (23%).

Desde SATSE mantenemos una campaña permanente de información y sensibilización, bajo el lema “Rompe con los estereotipos”, para trasladar una imagen real y actual de las enfermeras que ayude a acabar con estos falsos estereotipos sexistas y retrógrados.