¿Cómo te afectará la crisis energética en tu campus?

La escalada de precios en la factura de la luz y la calefacción, además de hacer mella en los hogares, está repercutiendo también en las cuentas de las universidades españolas, de ahí que la mayoría de ellas hayan empezado a implementar ya distintas actuaciones y medidas para intentar contener el gasto.

Las universidades son conscientes de que el gasto de la factura “energética” se  duplicará respecto al año pasado, por lo que, además de las medidas de ahorro impulsadas desde hace años, han empezado a poner en marcha otras nuevas dentro de diferentes planes de contingencia.

Las principales actuaciones se centran en reducir las horas de encendido de luz y calefacción en las aulas y otros espacios e instalaciones, y reorganizar los turnos para poder cerrar edificios. A medio y largo plazo, se encuentran otras medidas, como la instalación de iluminación LED o de placas fotovoltaicas.

El Decreto-Ley 14/2022 ya fija que la calefacción no podrá superar los 19 grados y el aire acondicionado, los 27. Por ello, las universidades están optando por diferentes medidas para controlar el consumo, y una de las principales, y que más impacto puede tener entre profesores y alumnos, es la restricción en el uso de la calefacción, encendiéndola solo cuando sea necesario.

Otras actuaciones, ya en marcha en muchos campus, son la existencia de controladores de presencia, y así apagar las luces cuando no hay nadie, desconectar el 80% de la iluminación de las calles del campus por la noche, la instalación de LED o la sustitución de máquinas por otras más eficientes, obras de mejora del aislamiento en edificios antiguos y colocación de placas solares.

En todo caso, un mayor y más estricto control de la luz y de la calefacción tendrá una notable repercusión en los estudiantes universitarios que pasan muchas horas de su jornada en los campus, ya sea asistiendo a clase o en la biblioteca y otros espacios, como laboratorios, instalaciones deportivas, cafeterías…