Más emigración, desempleo y recortes

No es el primero y no será el último. Un nuevo estudio concluye que el deterioro del mercado laboral enfermero español en los últimos años ha provocado un aumento de los profesionales que no han visto otra alternativa que emigrar a otros países que han sabido aprovechar su excelente preparación y competencias.

Se trata de un estudio realizado por las enfermeras Paola Galbany-Estragués y Sioban Nelson, profesoras en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y la Universidad de Toronto, Canadá, respectivamente, publicado recientemente por la revista ‘International Journal of Nursing Studies’.

Al analizar la emigración de profesionales enfermeros españoles a otros países, las autoras del estudio destacan datos muy significativos, como que en 2014 más de 8.000 profesionales de Enfermería españoles estaban trabajando en otros países de la OCDE o que entre 2010 y 2013, hasta 4.580 profesionales solicitaron al Ministerio de Educación la acreditación de la titulación de Enfermería para poder trabajar en otro país de la Unión Europea.

En comparación con otras profesiones, los enfermeros fueron los que más solicitaron la acreditación para irse fuera entre 2010 y 2013, siendo su principal destino el Reino Unido, (5.624 enfermeras). Por detrás se sitúan Francia (1.734), Portugal (1.004), Bélgica (304),  e Italia (292).

En cuanto a los factores que motivaron a estos profesionales a emigrar,  en el estudio se  destacan los recortes producidos en el Sistema Nacional de Salud que han afectado a los recursos humanos, como el aumento del número de camas cerradas en los hospitales; la reducción del gasto público y las reformas en el mercado laboral, y el incremento del desempleo.

Más paro

Sobre el aumento del paro en Enfermería, el estudio señala que afectó a la profesión enfermera de dos maneras. Por un lado, aumentando el número de solicitantes de empleo de 9.257 personas en 2010 a 19.639 en 2013, y, de otro, incrementando el número de contratos temporales, especialmente durante los meses de verano.

De la investigación realizada también se desprende que la fuga de profesionales significa la pérdida de la inversión que se dedica a formarlos durante cuatro años en los centros universitarios españoles. Al respecto, recuerdan que estudios previos resaltan, por ejemplo, que España es, junto con Noruega, el que mejor forma a sus enfermeras de Europa, pero mientras el país nórdico tiene una ratio de 20,15 enfermeras en activo por cada 1.000 habitantes, España tiene una de 5,39.

La realidad del mercado laboral enfermero contrasta con la que se produce en las universidades españolas, ya que, durante el período analizado el número de profesionales que se graduaron en las universidades españolas aumentó considerablemente, pasando de 8.368 diplomados en 2006 a 11.700 graduadas en 2014.

Por último, las autoras del estudio subrayan que el aumento de la carga laboral para los profesionales de Enfermería españoles conlleva que éstos dediquen menos tiempo a sus pacientes y haya, por tanto, una peor calidad asistencial en el conjunto del Sistema Nacional de Salud.