Los mayores y sus necesidades asistenciales, gran reto de futuro para la OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un reciente informe sobre “Envejecimiento y Salud” en el que defiende un cambio en el funcionamiento de los sistemas sanitarios, alejándolos del actual modelo curativo y acercándolos a la prestación de cuidados integrales centrados en las necesidades de las personas mayores.

El informe de la OMS se muestra muy claro al concluir que se necesita con urgencia una acción pública integral con respecto al envejecimiento de la población. Para ello, apunta que serán necesarios cambios fundamentales, no solo en lo que hacemos, sino en la forma misma en que concebimos el envejecimiento.

En este sentido, este informe constata que en todo el mundo las personas viven un mayor número de años y, por ello, presenta un marco de acción para promover el envejecimiento saludable en torno a un nuevo concepto de capacidad funcional, recalcando que “será preciso alejar a los sistemas de salud del modelo curativo y acercarlos a la prestación de cuidados integrales, centrados en las personas mayores”.

Añade, al respecto, que habrá que crear, en algunos casos de la nada, sistemas integrales de atención a largo plazo, y también que será necesaria una respuesta coordinada de muchos otros sectores y de varios niveles de gobierno.

A su juicio, habrá que basarse en mejores formas de medir y vigilar la salud y el funcionamiento de las poblaciones de mayor edad. También indica que estas medidas son una buena inversión en el futuro de la sociedad de cara a que las personas mayores puedan vivir una vida que las generaciones anteriores nunca podrían haber imaginado.

De otro lado, la Organización Mundial de la Salud subraya que muchas percepciones y suposiciones comunes acerca de las personas mayores se basan en estereotipos obsoletos, añadiendo que la pérdida de capacidad generalmente asociada con el envejecimiento solo se relaciona vagamente con la edad cronológica, por lo que no existe una persona mayor “típica”.

En este sentido, asegura que, aunque a la larga la mayoría de las personas mayores experimentarán múltiples problemas de salud, la edad avanzada no implica dependencia. Además, contrariamente a lo que suele suponerse, el envejecimiento tiene mucha menos influencia en los gastos en atención de la salud que otros factores, como el alto costo de las nuevas tecnologías médicas.

Ante esta realidad, la OMS se muestra optimista, aseverando que, con las políticas y los servicios adecuados, el envejecimiento de la población puede verse como una buena y nueva oportunidad, tanto para las personas como para las sociedades.