¿Cómo somos los mayores?

Los mayores son cada vez más un colectivo prioritario para todo tipo de empresas y marcas que son muy conscientes de que, además de numerosos, tienen un mayor poder adquisitivo que generaciones anteriores.

La empresa IPSOS, especializada en investigación de mercados, ha elaborado el informe “El Futuro es FaB (Fifty and beyond, es decir, de 50 y más allá)”,  en el que resalta que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE),  la próxima década el 50% de la población tendrá más de 50 años y el 75% de la riqueza neta se encontrará en las familias en las que al menos uno de los miembros tenga esa edad.

Se trata de personas que pertenecen a la generación de los ‘baby boomers’, nacidos entre 1945 y 1970, la más beneficiada por el Estado de Bienestar, que vivieron un mayor acceso a la educación y a los recursos sociales y, a diferencia de los millennials (nacidos entre 1982 y 2004), tuvieron más oportunidades profesionales, pudieron tener familias temprano y tienen, o tendrán, pensiones.

Multinacionales, como Procter & Gamble, hace tiempo que han puesto sus miras en ellos. “Nuestro análisis en España muestran que los compradores mayores de 50 años se acercan al 50% y controlan cerca del 48% del gasto total en gran consumo, además de ser un segmento que mantiene su crecimiento en el tiempo”, apuntan.

Los mayores tienen en común más dedicación a sí mismos con hábitos saludables, de ocio y de disfrute, recalcan desde IPSOS. Su informe los describe como muy exigentes, proactivos, formados e informados. Están a gusto en su piel, se conocen y la edad les hace más libres al haber ido disminuyendo muchas presiones externas (hijos pequeños, cargas laborales, presiones económicas, etcétera) lo que les permite dedicarse más recursos económicos y tiempo.

Son conscientes de que su talón de Aquiles es la salud y que la deben cuidar para poder hacer lo que quieran. Son proactivos respecto a la prevención en la que están dispuestos a invertir lo que sea necesario. Además, consideran la alimentación una de las claves para prever o controlar dolencias y disponen de más tiempo para comprar y cocinar.

El deporte también les importa mucho y son conscientes de que los excesos pasan factura. Cuidan lo que comen, buscan la moderación y realizan sus revisiones médicas de forma rigurosa. Tienen miedo a enfermedades como el cáncer o cualquiera que conlleve una pérdida de autonomía que les haga dependientes, pero adoptan una actitud pragmática: Hago todo lo que está en mi mano para cuidarme y prefiero no pensar en lo que pueda pasar”.
 
 Otro aspecto destacable es que están concienciados socialmente y sienten afinidad por las campañas, marcas solidarias o que aportan algo socialmente. Son muy sensibles a las injusticias sociales y a la incertidumbre socio-política del mundo actual e intentan aportar su granito de arena.